Ser Papá 3a parte

11 03 2012

Andrés ya tiene 7 meses. Hace poco se empezó a ver un cambio sustancial en el dia a dia, y sobre todo las noches.
En los últimas noches Andrés ya no se despierta tan a menudo, y lo que es más importante, después no le cuesta volver a coger el sueño. Incluso hay días que duerme del tirón de 00:30 a 7:00.
Este descanso se traslada a los padres, que también lo agradecemos y disfrutamos después de 6 meses de duras noches.
Otro de los cambios que estamos viviendo es su mayor autonomía. Se queda perfectamente sentado jugando con sus jugueyes y mirando dibujos. Es una maravilla verlo sonreir. Nos hace inmensamente felices.





Ser papá. I parte

14 08 2011

Hace dos semanas pude disfrutar de uno de los momentos más maravillosos del mundo. Pude asistir al parto de mi primer hijo y todo fue como la seda. La alegría era máxima. Todo había ido bien, se terminaba el embarazo (que aunque plácido) resultaba ya un poco pesado para mi mujer y llegaba el pequeño Andrés. Fue precioso poderlo tocar y abrazar nada más llegar al mundo.

Poco después fuimos a la habitación y se llevaron al pequeño a una nueva revisión, a lavarlo y vestirlo. Ya eran alrededor de las 21:00 de la noche.

Cuando nos lo trajeron de vuelta no parábamos de admirarlo. Era asombrosamente guapo (lógico pues es nuestro bebé) y queríamos disfrutarlo toda la noche. (ERROR). Aquellos que tengan la oportunidad de dejar al recién nacido por las noches en «el nido» con vigilancia del hospital que lo aprovechen. Sobretodo la primera noche cuando el niño, recién salido del vientre de la madre, no para de cagar, llorar y sacar todo el meconio que lleva dentro. La necesidad de descansar será máxima en los primeros días y hay que aprovechar todas las ocasiones que se tengan para dormir un poco.

Después de pasar tres noches en la clínica (las dos siguientes dejando al niño con vigilancia durante la noche, aunque solo fuera para una toma) nos fuimos para casa. Fue toda una odisea salir de la clínica con los bártulos necesarios, el coche aparcado ya con la sillita montada (se nos adelantó unas semanas el pequeño y nos pilló con algunas cosas por hacer), y los papeles de la clínica por rellenar.

Con nuestra salida de la clínica pude constatar dos cosas, una ya la sabía, que el bebé desde que nace hasta que sale del hospital pierde un poco de peso (en nuestro caso perdió 230 gramos), por otro lado descubrí que yo también perdí peso, casi 1’5 kilos en tres días, y con posteriormente he ido perdiendo alguno más. Creo que he perdido peso, pelo, horas de sueño… pero ha valido la pena.

Al llegar a casa es cierto que ya no tienes a las matronas o enfermeras para que te ayuden, pero te encuentras mucho mejor. Estás en tu hogar, te mueves con mayor libertad. La noche, no obstante, fue de nuevo durilla. En un nuevo ambiente, de nuevo sin la vigilancia nocturna del hospital. Pero con los días nos hemos ido acostumbrando a sus hábitos y ya no me resulta tan pesado levantarme por las noches y dormir a ratitos.

He de reconocer que a mi me gusta cambiarle los pañales, y aunque sea una putada me hace mucha gracia cuando se mea mientras lo estoy cambiando (que teniendo en cuenta que es un niño, es realmente un putadón). Ya que yo no puedo amamantarlo, me gusta poder ayudar o realizar yo algunas de las otras tareas.

Por último, quiero recomendar encarecidamente, a todos los padres, que aprovechen algún descanso del bebé para hacer la siesta. A nosotros nos va de maravilla descansar hora y media despues de comer, porque por la noche nunca sabes como responderá, si dormirá entre toma y toma o si estará guerrero. Hay días para todo y alguna noche es complicada si no se afronta algo descansado.